Nuestro viaje al
Oriente Ecuatoriano empezó temprano desde las 7:00 de la mañana. Desde Baños
(Ecuador) partimos hacia la ciudad de Macas.
Primero pasamos por la
Comunidad Shuar, quien nos dio una bienvenida, ellos hacen turismo comunitario
y con lo que reciben de esta actividad pueden sustentarse. Aquí nos hicieron
disparar con cerbatanas; nos pintaron las caras, a cada persona los niños le
hacían un dibujo al parecer de acuerdo a tus características, el mío
significaba “Hija del Sol”; y al final tuvimos un almuerzo típico: maito que es
una forma de cocinar la tilapia, con hojas de paja toquilla y llevados a la
parrilla; servido con yuca cocinada, salsa de cebolla y tomate y un vaso de guayusa.
También visitamos la tienda, en donde venden las cosas que ellos mismos hacen, con material de ahí. Cerbatanas, arcos y flechas, lanzas, entre otras cosas muy bonitas.
Los chicos que
quisieron, también pudieron irse en canoa recorriendo el río Pastaza, mientras
los esperábamos, nos tomamos fotos en el lugar y descansamos.
Nos despedimos de
esta comunidad, sin embargo al querer dirigirnos a la Cueva de los Tayos, el
bus tuvo un inconveniente, por lo que, nuestro camino hacia las Cuevas empezó a
eso de las 18:00… La cueva está ubicada en vía Puyo-Macas, km 65.
El camino en la noche sin el equipo adecuado como botas y
linternas, dificulta bastante la llegada a la comunidad que es la que nos
guiaría hacia la cueva de los Tayos. Además de que había llovido, y el camino
estaba resbaloso y lleno de lodo por todas partes.
Antes de
continuar, debo acotar que según me dijeron todas las cuevas donde habitan los
pájaros Tayos son denominadas “Cuevas de los Tayos”. Las cuevas son
largas, y tienen varias rutas de exploración, unas más accesibles que otras. Quizás esta sea la diferencia ya que hay otra cueva denominada igual que queda ahí mismo en Morona Santiago, pero donde sólo se puede ascender y descender con equipo especial que incluye poleas.
Tocaba ir de bajada
para llegar hacia allá. Íbamos en grupo y cada uno se cuidaba, personalmente no
me gusta ensuciarme, así que trataba de no tocar nada, aunque obvio esto es muy
difícil, ya que tienes que agarrarte de lo que más puedas. Pasamos por un puente que parecía que se iba a caer en cualquier momento.
Impresionante cuando
en un momento sólo nos iluminaban las estrellas del cielo, que se veían
bellísimas. Pero aún nos faltaban minutos para llegar a la comunidad, así que
continuábamos bajando y bajando por la selva primaria.
Aquí nos dividimos en grupos de cinco, y cada uno iba con uno de los hijos del líder de la comunidad. Es recomendable dejar los celulares, y cualquier cosa que se pueda mojar.
La verdad es que si me asusté cuando nuestro guía me contó que éramos los primeros en recorrer las cuevas en la noche, y más cuando él dijo, que incluso ellos nunca la habían recorrido en la noche., mi cara reflejaba mi angustia. En fin, listos o no continuábamos sumergiendo en la selva, para atravesar las cuevas.
Este camino fue
literalmente corto, quizás unos 10 minutos hasta llegar a la caverna. La
entrada por esta parte donde estábamos no requiere de equipos, más bien es bien
estrecha, y tocaba hacerse flaquito para poder pasar por esos espacios
reducidos.
Desde que entras no
hay nada de luz, sólo te guías por la de tus linternas.
Mientras dábamos tiempo
a que el equipo de delante de nosotros pasara, nos sentamos en las rocas y el
guía nativo nos contó la leyenda de la cueva, eran dos hermanos que vivían cerca y solían ir
a cazar a los tayos (los pájaros que anidan aquí y por lo que la cueva lleva su
nombre), el hermano menor estaba casado y la mujer se enamoró de su cuñado, por
lo que el hermano planeó matar al chico, para quedarse así con su esposa y sus
hijos. Entonces lo llevó a las cuevas, lo golpeo y lo lanzó en lo profundo de
las cuevas. El hermano en medio de sus alucinaciones, soló que los tayos lo
elevaban hacia una salida, pero luego lo regresaban abajo donde estaba y le
decían que por haber cazado a sus crías, ahora no lo ayudarían. Al final el
chico pudo encontrar una salida y fue directo a ejecutar a su hermano y esposa
que lo traicionaron.
Luego de la historia,
nos pusimos en pie para continuar. Esta entrada tiene puesta una escalera que
es bastante profunda, una vez que bajas y continuas avanzando, el camino se
hace cada vez más estrecho, debes agacharte, doblarte, estirarte para alcanzar
el otro lado, y así… En un momento llegamos a una parte baja, donde básicamente
tenías que ir a gatas, en el fondo de esa parte, se podía ver una pared con el
color de la piel de las boas, esta es una formación que ha tomado ese color
naturalmente.
Justo un poco antes de salir de las cuevas, hay un tramo corto donde hay una corriente subterránea, debes sumergirte, el agua llega hasta el pecho o cuello, dependiendo de tu altura. Básicamente el guía me cargó, porque no confiaba mucho en el agua, ya que no se ve nada.
Ya
faltaba poco para llegar a la salida de la Cueva, continúas por esos senderos, hasta que
comienzas a ver la luz, y ya puedes salir. De ahí debes dirigirte nuevamente a la comunidad, quienes nos habían preparado un seco de gallina criolla, para reponer fuerzas y volver al trote.
La verdad ya no recuerdo que fue más difícil, si la entrada a la comunidad, con el lodo que hacía que se hundan tus zapatos, o la salida de la comunidad hacia la gloriosa civilización…
Vaya, esta salida sí que fue una odisea… Esta vez íbamos de subida, como escalando las rocas del lugar para poder salir. El trayecto que me pareció interminable, fue cuando tenías las rocas empinadas, y aquí si se trataba de agarrarse de donde sea, para no caerse al abismo que había atrás, creo que hasta toque insectos, sin embargo en ese momento aplastabas todo con todo.
La verdad ya no recuerdo que fue más difícil, si la entrada a la comunidad, con el lodo que hacía que se hundan tus zapatos, o la salida de la comunidad hacia la gloriosa civilización…
Vaya, esta salida sí que fue una odisea… Esta vez íbamos de subida, como escalando las rocas del lugar para poder salir. El trayecto que me pareció interminable, fue cuando tenías las rocas empinadas, y aquí si se trataba de agarrarse de donde sea, para no caerse al abismo que había atrás, creo que hasta toque insectos, sin embargo en ese momento aplastabas todo con todo.
Pero
tranquilos, que como les comente, nuestra aventura fue muy diferente a la de
muchos pues fue en la noche y no contábamos con todo el equipo correcto.
Para
los que disfrutamos de las aventuras, esta es una de esas que debes realizar al
menos una vez en la vida… Y conocer nuestro hermoso país!!!
Me ha encantado! Precioso todo, ojalá y algún día pueda visitar Ecuador.
ResponderEliminarMuchas gracias por pasarte por mi blog. Si, seguro que has de poder venir... y tenemos muchos otros lugares bellísimos.
EliminarUn cálido abrazo !
Buena info sobre nuestro pais !!!
ResponderEliminarQue chévere que te haya gustado! Subiré una del Pailón del diablo... es genial!
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