Regresamos con fuerza y mucha adrenalina…
Pasamos el feriado de semana
santa en un lugar lleno de paz y al mismo tiempo lleno de aventuras, la
Hostería “Luis Antonio”. A 11 Kilómetros de Bucay, desde Cumandá, vía a
Naranjapato. Si este nombre del pueblito es un poco gracioso, parece nombre de
comida, pero es un pueblito y adentrándose en toda la naturaleza queda la
hostería.
Es una experiencia eco turístico,
un enfoque de turismo alternativo que privilegia la preservación y equilibrio del
medio ambiente, evitando los daños a la naturaleza, recordando que en ese medio
nosotros somos los invasores y debemos tratar de hacer lo menos posible porque
se note nuestra presencia. Esto no quiere decir que sea un lugar rústico, al
contrario cuenta con todas las comodidades modernas: piscina, vapor (a leña), mesas
para jugar ping pong, futbolito, wifi (aunque si se dificulta que entre la
señal). Ahora si quieres una actividad netamente natural también cuentan con
carpas montadas en la parte de afuera de la hostería, por en medio de la misma,
están las vías del ferrocarril.
Sus dueños te atienden
personalmente, son muy amables y sientes la hospitalidad desde el momento en
que te reciben hasta cuando te vas.
Hay muchas personas que van
solo para comer. Los platos son sanos
deliciosos. Entre lo que comimos estaba la fanesca tradicional, sopa de
pollo, fritada típica de Ibarra, y un pescado hecho en leña, todo, todo sabroso.
Ellos nos cuentan que la comida es orgánica, cosechada en sus mismos huertos o
comprada a personas del sector.
Hay actividades para
relajarse y también para los que quieren algo de acción. Nosotros hicimos el
recorrido a la Cascada, y fuimos para hacer Rappel, descendiendo por cuerdas
hasta llegar a la parte de abajo, la cascada tenía unos 38 metros aproximadamente,
el descenso dura aproximadamente menos de 30 segundos, dependiendo de cómo
vayas bajando.
Íbamos bien equipados, con casco, y con dos cuerdas, una es la
llamada cuerda de la vida que sostiene la persona que se encuentra arriba por
cualquier contratiempo que pudiera ocurrir, con la otra vas bajando impulsándote
con el cuerpo un poco hacia atrás.
En realidad la parte más difícil es el
comienzo, como las piedras están mojadas y babosas dificulta un poco que te
puedas mantener bien parado, pero una vez que comienzas a bajar es tan natural
y fácil, que te parece increíble que lo estés haciendo tan bien. La fuerza del
agua de la cascada te bota siempre hacia los lados y te pega, pero es una
experiencia que
todos deberíamos probar.
Otra de las cosas que me
encantó fue el vapor. Funciona con leña, y es delicioso. Pusieron plantas de
limón y naranja, aunque me hubiera gustado que pongan ruda, según el dueño
sirve para cuando estas con espantos y sustos, pero su olor es bastante fuerte,
y a ciertas personas no les gusta mucho. Pero qué maravilla es estar ahí
adentro, y luego en seguida un chapuzón en la piscina, y te sientes
revitalizada !!!
El costo por día es
aproximadamente $70 por día, incluida las tres comidas y la actividad del recorrido
de las cascadas. Las actividades extras tienen un costo adicional, pero definitivamente
si vas debes probarlas. Aunque según me comentó Don Víctor, uno de los dueños,
tienen promociones en donde suelen hacer 2*1 y descuentos en ciertos días.
Así que espero que se animen
y los visiten pronto !!! Es una experiencia única, ideal para descansar y
relajarse.
Liberen a sus pulmones del
smog por unos días, se sentirán renovados!!!
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