lunes, 20 de octubre de 2014

¿Y si nos damos abrazos? ¿Gratuitos o pagados?

Abrazar a alguien es ¡Sanador! Mejora el estado de ánimo, nos hace sentir amados, nos recarga las baterías e incluso pueden llegar a curar heridas profundas y aliviar el dolor y resentimiento del corazón.

No sé si habían escuchado sobre la campaña de darle un abrazo a un extraño que promueve la fundación “Abrazos Gratis”, un movimiento que se inició desde el 2004 y se convirtió en un movimiento de carácter internacional desde el 2006, donde simplemente uno se decide a lanzarse a las calles y abrazar a un desconocido, repartiendo afecto a nuestros semejantes.

Estudios realizados en universidades, han demostrado científicamente que cuando otras personas nos tocan o abrazan aumentan los niveles de oxitocina en la sangre, (conocida como la hormona del amor), se regula la presión sanguínea e incluso se mejora el sistema inmunológico.

Incluso se dice que es buenísimo de vez en mes abrazar un árbol, te contagias de la energía que emana la madre tierra y sientes que te revitalizas. La cultura celta creía que cada árbol tenía un espíritu sabio, que sus rostros se veían en la corteza de sus troncos y que sus voces se escuchaban en el sonido de las hojas que se movían con el viento.

Los abrazos son diferentes dependiendo de la persona a la que se lo des, o la persona que nos lo de. Hay todo tipo de abrazos, los que duran hasta “5 missisipis”, cortos, apretujados, con palmadas en la espalda y hasta superficiales, pero usualmente cuando son profundos y de corazón, son una terapia altamente recomendada (la abrazoterapia) por los beneficios que ofrecen directamente en nuestra salud.

Soy una persona bastante querendona (los que me conocen saben que es verdad) y no tengo problema en demostrarlo “changando” normalmente sin razón a quienes quiero, pero esto ¡sí que me sorprendió! Recientemente leí un artículo en el periódico sobre una empresa estadounidense que ofrece “Snuggle buddies” que en español sería algo así como “Abrazos o acurrucos pagados”, ellos basan su servicio en la “Teoría del tacto” y en los beneficios que hemos mencionado con anterioridad, incluso hasta tienen su equipo de “abrazadores profesionales”. Los precios varían dependiendo del tiempo que dure la sesión, ya sea una de 60 minutos o dormir abrazados toda la noche. Obviamente en el contrato se estipula claramente que el servicio no consiste en ningún tipo de actividad sexual.

En una sociedad en donde se nos ha enseñado a valorar el individualismo, parece ser que este negocio se ha vuelto bastante rentable considerando que la terapia consiste en abrazar al solicitante,  pero como leí algún comentario de alguien, será que debemos asustarnos del hecho que haya personas que se sientan tan solas que necesiten pagarle a una persona desconocida para sentir un poco de afecto en sus vidas.

Según psicólogos y psicoterapeutas, necesitamos cuatro abrazos al día para subsistir; ocho para mantenernos y 12 para crecer en el plano personal. Puedes comenzar haciendo este ejercicio y dedicarle unos 30 segundos enteros: Abraza a un familiar, un amigo, tu mascota o hasta tu peluche favorito, ya sea en la mañana o por la noche, seguro que esto te hace muchísimo bien.

En fin que tal si aprovechamos esta nota y corremos a abrazar a quienes queremos y necesitamos en nuestra vida, quizás ellos también lo estén necesitando. J

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