Abrazar a alguien es ¡Sanador!
Mejora el estado de ánimo, nos hace sentir amados, nos recarga las baterías e
incluso pueden llegar a curar heridas profundas y aliviar el dolor y resentimiento
del corazón.
No sé si habían escuchado
sobre la campaña de darle un abrazo a un extraño que promueve la fundación “Abrazos
Gratis”, un movimiento que se inició desde el 2004 y se convirtió en un
movimiento de carácter internacional desde el 2006, donde simplemente uno se
decide a lanzarse a las calles y abrazar a un desconocido, repartiendo afecto a
nuestros semejantes.
Estudios realizados en
universidades, han demostrado científicamente que cuando otras personas nos
tocan o abrazan aumentan los niveles de oxitocina en la sangre, (conocida como
la hormona del amor), se regula la presión sanguínea e incluso se mejora el
sistema inmunológico.
Incluso se dice que es
buenísimo de vez en mes abrazar un árbol, te contagias de la energía que emana
la madre tierra y sientes que te revitalizas. La cultura celta creía que cada
árbol tenía un espíritu sabio, que sus rostros se veían en la corteza de sus
troncos y que sus voces se escuchaban en el sonido de las hojas que se movían
con el viento.
Los abrazos son diferentes
dependiendo de la persona a la que se lo des, o la persona que nos lo de. Hay
todo tipo de abrazos, los que duran hasta “5 missisipis”, cortos, apretujados,
con palmadas en la espalda y hasta superficiales, pero usualmente cuando son
profundos y de corazón, son una terapia altamente recomendada (la
abrazoterapia) por los beneficios que ofrecen directamente en nuestra salud.
Soy una persona bastante
querendona (los que me conocen saben que es verdad) y no tengo problema en
demostrarlo “changando” normalmente sin razón a quienes quiero, pero esto ¡sí que
me sorprendió! Recientemente leí un artículo en el periódico sobre una empresa
estadounidense que ofrece “Snuggle buddies” que en español sería algo así como “Abrazos
o acurrucos pagados”, ellos basan su servicio en la “Teoría del tacto” y en los
beneficios que hemos mencionado con anterioridad, incluso hasta tienen su
equipo de “abrazadores profesionales”. Los precios varían dependiendo del tiempo
que dure la sesión, ya sea una de 60 minutos o dormir abrazados toda la noche.
Obviamente en el contrato se estipula claramente que el servicio no consiste en
ningún tipo de actividad sexual.
En una sociedad en donde se
nos ha enseñado a valorar el individualismo, parece ser que este negocio se ha
vuelto bastante rentable considerando que la terapia consiste en abrazar al
solicitante, pero como leí algún
comentario de alguien, será que debemos asustarnos del hecho que haya personas
que se sientan tan solas que necesiten pagarle a una persona desconocida para
sentir un poco de afecto en sus vidas.
Según psicólogos y psicoterapeutas,
necesitamos cuatro abrazos al día para subsistir; ocho para mantenernos y 12
para crecer en el plano personal. Puedes comenzar haciendo este ejercicio y
dedicarle unos 30 segundos enteros: Abraza a un familiar, un amigo, tu mascota
o hasta tu peluche favorito, ya sea en la mañana o por la noche, seguro que
esto te hace muchísimo bien.
En fin que tal si aprovechamos esta nota y corremos a
abrazar a quienes queremos y necesitamos en nuestra vida, quizás ellos también lo
estén necesitando. J
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