He querido hacer esta reflexión
porque hace poquito sentí un desequilibrio en mi relación con una persona querida,
me lastimó y no es la primera vez, su comportamiento me hace sobrepensar
nuestra relación de amistad. Y como lo digo no es la primera vez, ya he pasado
por muchas desilusiones del término “amistad”. Siempre había sentido que yo
daba más que las otras personas y esto ha repercutido en que mi comportamiento
haya cambiado, ya no priorizo tanto a mis amigos como lo hacía tiempo atrás. Y
es que al parecer no todos consideramos la amistad de la misma forma,
es decir, no todos saben ser verdaderos amigos.
Creo que es normal que a lo largo
de nuestra vida nos replanteemos las relaciones que tenemos, a medida que vamos
creciendo y que nos convertimos en adultos en toda la extensión de la palabra, te vas dando cuenta como tu círculo social se limita a ciertas personas
las cuales consideras como tus verdaderos amigos, pero aun así no podemos
evitar que hasta estas personas a quienes consideras como casi tu familia te
lastimen en determinadas circunstancias, (claro que si hasta con tu familia entiéndase
hermanos, padres, etc. uno tiene sus diferencias y broncas que después de unas
horas olvidas y les vuelves a hablar casi sin hacer referencia a lo ocurrido o
prestar atención).
Pero volvamos al tema central,
que pasa cuando estas personas que quieres y consideras te lastiman? Si, con
sus actitudes, comportamientos o incluso palabras hirientes.
Creo que si el tema se vuelve una
constante podríamos dejar de contar a estas personas entre los amigos
pertenecientes a los dedos de la mano y simplemente sería una persona de la cual tenemos que alejarnos, ya que NADIE tiene derecho a hacernos
sentir mal sin nuestro consentimiento. Pero qué pasa cuando al parecer no es
que sea una constante, sino en determinadas circunstancias que se vivan? Sea
como sea el tema llega a afectarnos más de la cuenta, y particularmente me
duele mucho mas pensar que esta persona puede volver a comportarse de esta
manera y sobretodo no saber cómo reaccionar a ello.
Como lo decía anteriormente llegas a replantearte
tantas cosas, puesto que ser aceptado en la sociedad nos ha marcado a todos los
seres humanos a lo largo de los siglos, tanto, que incluso tu autoestima puede
estar en riesgo. Piensas cosas como dejar de ser “amigo” de esa persona,
alejarte o incluso vengarte y hacerle pasar por lo mismo, para que vea lo que
se siente no? Personalmente creo que esta opción es muy válida puesto que así
das una lección de comportamiento, claro que tienes que ver que esta no se te
salga de las manos y se vuelva un continuo juego de “veamos quien ríe de último”
puesto que entonces ya esto no sería una amistad, sino una rivalidad que no debería existir si de verdad son amigos.
Leyendo notas encontré algo que
plantea una respuesta muy válida a la interrogante de este artículo: “La
amistad cuando es verdadera es el más noble de los sentimientos y el más
humilde, seguramente nos hace más grandes”. Un amigo es leal, está junto
a ti cuando lo necesitas, respeta tu forma de pensar y te respeta y valora
siempre, es tu amigo aunque todos te abandonen, te comprende también en los
momentos de enfado, jamás te traiciona ni habla mal de ti a tus espaldas, no es
posesivo, te deja ser tú y ejercer tu libertad, es comprensivo y fiel y jamás
te aprecia por interés, sabe tanto perdonarte como pedirte perdón, no admite
jamás chismes sobre ti, no es acaparador ni te quiere para sí de manera
exclusiva, te permite que estés abierto a otras amistades, sabe salvar la
amistad después de los enfados mutuos, sabe guardar secretos y es sincero
contigo, no gasta bromas pesadas que puedan molestarte, te dice los defectos
con tacto y cariño, no es envidioso de tus éxitos, al contrario se alegra de
tus éxitos como si fueran propios, no te exige que seas perfecto, acepta tus
limitaciones pero sobretodo te acepta como eres , te aprecia por ti mismo y te
ayuda a ser una mejor persona.
Entonces, luego de leer esto
pensamos: “los verdaderos amigos no te lastiman” y si lo hacen pues no son “verdaderos
amigos”, pues bueno, lo único que puedo decir es que a lo largo de mis
innumerables replanteaciones (y vaya que han sido algunas) puedo decir que los
verdaderos amigos son como la familia, y sí, se lastiman, pero así mismo se
perdonan, muchas veces no se dicen las cosas, pero siguen estando ahí cuando
los necesitas.
Claro que sería genial encontrar
una persona así como la descrita, verdad? podríamos decir un ser “perfecto”,
pero la verdad es que no existe, nadie es tan perfecto como quisiéramos, quizás esta sea la respuesta a la interrogante planteada, todos
tenemos virtudes y defectos que nos hacen más humanos que divinos,
OJO, con esto no intento justificar el hecho de que un amigo nos lastime, al
contrario, esto nos da pie a pensar que podemos tratar de practicar más a
menudo el “no hagas a otros lo que no te gustaría que te hagan a ti”,
seguramente con esta frase en nuestra cabeza podríamos evitar el ir lastimando
por ahí a las personas que nos quieren y que “queremos”.
Pensémoslo todos por un momento,
seguramente el mundo sería un lugar mejor, disfrutaríamos mas y nos replantearíamos
las cosas menos, jajaja.